Las Pysanky reciben ese nombre porque corresponden a un arte proveniente de Ucrania. Se trata de huevos escritos mediante símbolos ornamentales en diferentes colores, cuyo significado constituye una enseñanza y otorga protección. Para los antiguos ucranianos, el huevo representaba la vida, por lo que había que adornarlo como un objeto de culto. La tradición fue pasando de generación a generación, variando los estilos y diseños de acuerdo a las leyendas y al folclor de las distintas regiones de ese país. Solían regalarse como símbolos de buenaventura a amigos y familiares, con el fin de desearles paz, armonía, salud, prosperidad, etc. Este rito adquiría una particular importancia en Navidad, fiesta para la que se elegían los mejores huevos. La tradición de las Pysanky sigue teniendo gran importancia en la cultura ucraniana, y Susana Villar –quien la conoció en Estados Unidos- la trajo a Chile, y en esta edición nos otorga el privilegio de aprender este maravilloso arte.
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